El ser uno de los jugadores más jóvenes de ese plantel no era un impedimento para ser un líder en el campo de juego donde ya demostraba su fuerte carácter. Al año siguiente ya era capitán del equipo que salió bicampeón nacional. Villanueva ya mostraba un juego pícaro de fintas, que hacía que la gente se pare a disfrutar de sus jugadas.
En el año 1931, después del problema que tubo Alianza con la federación de fútbol(no pudo participar de los campeonato en los años 1929 y 1930) el conjunto blanquiazul otra vez salió campeón, siendo "Manguera" el goleador del equipo con 16 goles. Seguían campeonando los 2 años siguientes en el 1932 y 1933.
Pero como todo en la vida no es bonito. Alejandro Villanueva, a finales de los años 30 perdió la titularidad por actos de indisciplina y su bohemia le paso la factura. Ya no era el mismo jugador que enamoraba a la hinchada "grone", ya no era el futbolista que encandilaba a unos y a otros. En 1943, el gran "Manguera" Villanueva, le dijo adiós a su carrera en el fútbol, dejando una palabra marcada en la retina de los hinchas: "Jamás dejaré a Alianza, quiero mucho a mi club como para dejarlo". Palabras de despedida que años más tarde la institución aliancista pondría su nombre al estadio donde jugaba y brillaba.
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